Descripción
Al inicio de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Lázaro Cárdenas se encontraba en la parte final de su sexenio y mantuvo la neutralidad ante los sucesos internacionales. En el país había prioridades insoslayables: la reciente expropiación petrolera; las medidas económicas instauradas por Estados Unidos y las naciones afectadas por este hecho, además de las próximas elecciones presidenciales. Su decisión de inclinarse por la mesura de Manuel Ávila Camacho es entendible en un contexto donde se jugaba la estabilidad dentro y fuera del país. En este sentido, la participación de México en la Segunda Guerra Mundial y las posturas fijadas por el general Ávila Camacho, entre ellas nombrar a Lázaro Cárdenas como jefe de la Región Militar del Pacífico, cobran especial importancia.
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